La disrupción digital ofrece una oportunidad sin precedente de lograr una ventaja competitiva. Una investigación reciente de Cisco muestra que la mayoría de los ejecutivos creen que cuatro de diez empresas consolidadas por industria fracasarán en los próximos diez años si no realizan la transformación digital.
De esta manera y para efectos de este artículo quisiera enfocarme en el sector salud, el cual basa el conocimiento y se caracteriza por un uso intensivo de información. Por ello, la irrupción de las tecnologías de la información y la comunicación debería tener un impacto incluso más importante que en otros sectores no tan dependientes de los datos, abriendo la puerta a las múltiples innovaciones disruptivas que permitan evolucionar hacia modelos basados en las necesidades de pacientes y profesionales. De hecho, el sector salud no se ha transformado, y sufre un retraso considerable en relación a otros sectores, como el bancario, el logístico, el turístico, el audiovisual… Los expertos dicen que, si lo comparamos con otros sectores de servicios, va atrasado unos 10 años.
Una correcta aplicación de las tecnologías de la información, tanto en el ámbito de la prevención como en el de la atención o la investigación, aprovechando el excelente sistema sanitario que tenemos en Costa Rica y la mayoría de los países en América, puede cambiar el sistema sanitario y mejorar el bienestar de los pacientes, además de hacerlo sostenible. Para ello, se debe afrontar de manera urgente la transformación digital.
Cualquier sistema sanitario que aspire a mejorar o a mantenerse entre los mejores del mundo debe contar con la visión y la determinación necesarias para introducir las nuevas tecnologías y los cambios que implican en los pocos flexibles sistemas sanitarios y sociales.
En un proceso de transformación digital de una organización, la tecnología en sí misma rara vez es el mayor desafío, sobre todo si tenemos en cuenta que, en el sector sanitario, la tecnología ya está presente, en forma de historias clínicas electrónicas, sistemas de prescripción electrónica, telemedicina, robots quirúrgicos, e incluso ya se ha empezado a trabajar con sistemas de aprendizaje automático. La tecnología es el facilitador de la transformación de los procesos, más que la causa fundamental de la transformación en sí misma.
Los 3 aspectos claves a tomar en cuenta para la transformación del sector salud
Para poder impulsar e implementar con éxito la transformación digital en cualquier organización hay tres aspectos que son clave: las personas, los procesos y la tecnología.
Las personas: El éxito final de la transformación digital depende de las personas. Es considerado el factor más importante, ya que la esencia de este cambio es cultural, y cualquier cambio cultural tiene que iniciar por la gente. Una transformación digital solo se producirá si las personas adecuadas participan en el proceso y si todos están de acuerdo con los cambios que tendrán lugar en toda la organización.
La tecnología: Muchas veces se busca aplicar tecnología a procesos existentes, lo cual es un enfoque erróneo. Lo recomendable es analizar primero los procesos y buscar la manera de optimizarlos. Al buscar eficiencias tanto en los procesos como en las herramientas, a largo plazo, el beneficio será mucho mayor.
Los procesos: La transformación digital requiere un cambio en toda la organización, en la forma de pensar, de trabajar y de proporcionar servicios a los usuarios. La recomendación es trabajar con el personal, obteniendo la participación adecuada y el equipo idóneo, y posteriormente planificar los procesos para alinearlos con los objetivos estratégicos.
El manejo del principal activo de la salud
Los datos son el principal activo de los sistemas de salud. Su accesibilidad, disponibilidad, validez, integridad, exactitud y exhaustividad condicionan, en buena parte, el estado de salud y el bienestar de la población. No solo se necesitan para proveer una asistencia de calidad, sino también para asegurar el avance científico fruto de la investigación.
El ciclo de vida de los datos (información y conocimiento) se basa y empieza en la recogida de la información, en la historia clínica –pieza fundamental para garantizar un sistema de salud de calidad–, y se cierra con la traslación del nuevo conocimiento generado por la investigación a la práctica asistencial.
De esta manera se abren varias discusiones acerca de cuáles son las líneas de acción que deben desarrollarse más para lograr el éxito en este tipo de procesos en la salud; entre los cuales podemos citar:
- Es necesario lograr un consenso para la difusión de los estándares a utilizar para devolver y facilitar su información al ciudadano para que esta sea tratable e interpretable.
- Legislación y normativa para poder obtener de forma fácil, segura y estándar la información propia, resultante de la atención.
- Plataformas de confianza que faciliten al ciudadano la custodia, acceso y servicios de valor, de todo tipo, sobre su información.
Los beneficios que la digitalización aportará al sector salud son indiscutibles, y no debe obstaculizar la investigación clínica tampoco, pero únicamente si los ciudadanos, con la colaboración de los sistemas públicos y privados protagonizan dicha gobernanza. En este contexto, es imprescindible que los sistemas públicos y privados sean realmente custodios y garantes de los datos sanitarios en las posibles relaciones que puedan establecerse para la asistencia y la investigación clínica.
Los datos relativos a la salud son de máxima sensibilidad, pueden contener información sobre los aspectos más íntimos de nuestra vida y pueden exponernos a múltiples riesgos, por ejemplo, ser discriminados o incluso manipulados. El consentimiento, pues, por sí solo no parece suficiente. En este sentido, es necesario que la intimidad de los pacientes se proteja, además, con la anonimización de los datos, es decir, la eliminación de cualquier información que permita identificar a la persona, lo cual será fundamental para continuar en la ruta de la transformación digital de manera exitosa.
Casos de Éxito
Es de considerar los casos de éxito en esta ruta trazada por la digitalización del sector salud, y por eso deseo considerar como referencia algunos casos de éxito logrados en otros países.
En 2017, Japón reforzó la Ley de Protección de Información Personal (APPI), vigente desde el 2003. Esta ley es homóloga a la regulación establecida en la Unión Europea de protección de datos (GDPR). Mediante la introducción de esta ley, el ciudadano es el que autoriza la gestión de sus datos, ya que otorga el permiso para su uso en cada circunstancia. Esto implica que los datos se almacenan en una base de datos centralizada a la que los agentes externos pueden acceder si están autorizados. Los beneficios de esta ley se focalizan en que el agente interesado no tiene que solicitar autorizaciones individuales para cada archivo, lo que fomenta la explotación de datos. Esta ley protege los datos, y a su vez, permite una eficiente explotación de ellos para la investigación y la innovación en el sector salud.
A principios del año 2000, la administración de veteranos de Estados Unidos lanzó un programa de telemedicina destinado a pacientes crónicos a través del que podían ser seguidos por los profesionales sanitarios a distancia. A los pacientes del programa se les facilitó los dispositivos necesarios y se les instaló en el hogar tele-monitores con dispositivos periféricos, cámaras digitales y teléfonos, entre otros. Este programa se considera líder y pionero internacional, ya que es uno de los sistemas de telemedicina más extendidos. Además, está basado en un sistema de atención sanitaria integral, incluyendo todas las áreas terapéuticas y enfermedades.
Dinamarca dispone de una de las Recetas Electrónicas más exhaustivas y pioneras a nivel internacional. Esta herramienta digital permite a los profesionales sanitarios prescribir, controlar y hacer el seguimiento del fármaco. Además, los pacientes pueden consultar la farmacia en la que está disponible el fármaco y así elegir a cuál ir. Actualmente, este sistema está disponible en todos los centros, aproximadamente el 100% de ellos tienen acceso a la Receta Electrónica, siendo un sistema completamente digitalizado y unificado que permite además el control de la dispensación de fármacos.
Estonia creo un carnet electrónico (DNI) que engloba todos los datos del ciudadano, incluyendo la historia clínica. La información se almacena en una plataforma propiedad del ciudadano y en la que él mismo otorga la autorización para el acceso de agentes externos. El DNI permite crear la historia de vida del paciente completa, incluyendo todos los datos de su salud, fomentando la eficiencia en la gestión de datos y el acceso instantáneo. La introducción del DNI electrónico, disponible para todos los ciudadanos y su implementación global en todo el sistema, ha permitido que todos los datos del ciudadano hayan sido digitalizados incluyendo los datos sanitarios.
Por otra parte; Noruega destaca por el alto nivel de digitalización en todo el país. La Historia Clínica Digital (HCD) es una herramienta utilizada por los centros sanitarios, incluidos los centros de atención primaria, donde el 99% de los profesionales sanitarios usan la HCD. Este país ha sido uno de los pioneros en compartir de manera sistemática con los profesionales sanitarios información de los ciudadanos mediante la Historia Clínica Resumida. En Costa Rica podemos decir que a través de EDUS se han dado algunos pasos en este sentido, sin embargo; falta mucho trabajo en la digitalización de los procesos de salud.
Cinco predicciones sobre el sector salud para 2025
Todas las instituciones públicas y empresa privada del sector deben tomar acciones y apostar por la digitalización, la cual resulta crítica y que la demora en su aplicación supone perder una ventaja competitiva.
La Fundación COTEC para la Innovación (España) ha indicado en uno de sus informes, las cinco predicciones sobre el sector salud para 2025 son:
- El hogar se va a transformar en el lugar habitual para el cuidado/seguimiento rutinario de la salud. Y esto ya lo estamos viendo aceleradamente con esto de la pandemia del COVID-19.
- Los hospitales estarán reservados para el tratamiento especializado, traumatología y emergencias.
- Muchos de los contactos médico-pacientes se realizarán de manera virtual y serán informados con evidencias del entorno real.
- Más del 70% de la población mundial realizarán una consulta por conexión video.
- En los años venideros los individuos estarán mejor informados sobre su perfil genético, su salud actual y posibles enfermedades futuras.
Quisiera cerrar este artículo señalando, que la digitalización de la salud es el ecosistema de aplicación de las tecnologías de información. Esta aplicación genera un cambio disruptivo en el sector, cuyas necesidades cambiantes ven en esas nuevas tecnologías las palancas de cambio necesarias para alcanzar seguridad, eficiencia y personalización en la mejora de los procesos asistenciales, y además de hacer sostenible el sistema sanitario.
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Este era un tema que yo estaba esperando y del que me encantaría hubieran más capítulos a futuro. Hay cosas en la telemedicina que limitan aún el ejercicio médico, como es el poder examinar a los pacientes, y que son los retos tecnológicos que vienen para desarrollarse en próximas décadas.
Otros retos: el control de pagos por servicios, la seguridad de mis datos y el robo dé información, la globalización de los servicios médicos (nada va a impedir que los pctes consulten a médicos de cualquier país), la robotización en la consulta médica, etc etc. Creo que es fascinante, pero a la vez incierto el destino de la medicina en el futuro.
Gracias! Danilo por tus comentarios…
Definitivamente la telemedicina vendrá con mayor desarrollo en los próximos años y se podrá examinar los pacientes, darlo por hecho.
Con respecto al pago por servicios y la seguridad de los datos es un tema que en estos tiempos ya esta solucionado con la ciberseguridad para los procesos que se gestionen por internet.
El tema de la globalizacion es algo que ha venido afectar la competencia en todos los ámbitos en los diferentes países, aquí lo que debemos desarrollar mas conocimiento y capacidades de adaptarnos a los entornos que vendrán de los sistemas de salud en el futuro.
Buenas noches estimado Rodrigo,
Muy interesantes tus aportes, es importante acotar que el número de personas con más de 60 años superará al número de personas menores de 15 años por primera vez en la historia al llegar el año 2050, por lo cual, los servicios asociados a eHealth (Salud digital) deben ir enfocados con mayor intensidad hacia ese grupo etario, logrando generar soluciones innovadoras, mediante un ecosistema digital que nutra sus necesidades, abriendo las puertas a nuevas oportunidades de negocio para los emprendedores y empresas consolidadas en la vertical de salud digital.
Muchas gracias Oscar por tu aporte. Estas en lo correcto.