En el año 2030, el planeta no tendrá los recursos suficientes para mantener a una sociedad con dos billones de ciudadanos más. Según el Global Risks Report del Foro Económico Mundial de Davos (WEF), los cinco riesgos más fuertes a los que se enfrenta la humanidad son medioambientales: la crisis climática, pérdida de biodiversidad, fenómenos climáticos extremos, desastres naturales y desastres medioambientales provocados por el ser humano. Pero lo que también nos indica el informe, desde hace ya unos años, es que otros retos igualmente relevantes están interrelacionados. Los derechos humanos, la desigualdad social y las migraciones, los cambios demográficos, la crisis de la democracia, la gobernanza global y el resurgir de los populismos, así como los riesgos derivados del cibercrimen, la organización de las ciudades y la salud, son desafíos interconectados y de naturaleza sistémica en un mundo globalizado.
Una empresa que pretenda actuar de espaldas a esta realidad y no evalúe ni integre estratégicamente cómo va a hacer frente a estos riesgos en su cadena de valor y modelo de negocio no será competitiva ni a medio y ni a largo plazo. Lo que una empresa haga por el planeta y la sociedad afectará a su actividad por el mismo sistema socio ecológico en el que existe y del que depende. todo en los que tenga posibilidad de incidir.
En los próximos años, aquellas empresas que consigan integrar marcos de innovación y, al mismo tiempo, resolver retos medioambientales y sociales conseguirán una importante ventaja competitiva: podrán desarrollar productos, servicios, procesos y modelos de negocios más cercanos a las necesidades del usuario final y de la sociedad.
¿Como podemos entender la innovación sostenible?
La innovación sostenible en las empresas se refiere a la implementación de prácticas y procesos innovadores que promuevan el desarrollo económico, social y ambiental a largo plazo. Esto implica encontrar soluciones creativas que minimicen el impacto negativo en el medio ambiente y generen beneficios para la sociedad.
Algunas formas de promover la innovación sostenible en las empresas incluyen:
Diseño sostenible: Integrar la sostenibilidad en el proceso de diseño de productos y servicios, considerando aspectos como el uso eficiente de los recursos, la durabilidad y la capacidad de reciclaje.
Eficiencia energética: Adoptar tecnologías y prácticas que reduzcan el consumo de energía y promuevan el uso de fuentes renovables, como la instalación de paneles solares o la optimización de sistemas de iluminación.
Gestión responsable de recursos: Implementar medidas para reducir, reutilizar y reciclar materiales, así como gestionar adecuadamente los residuos generados por la empresa.
Colaboración y alianzas: Establecer asociaciones con otras empresas, organizaciones y grupos de interés para compartir conocimientos, recursos y mejores prácticas en sostenibilidad.
Innovación en modelos de negocio: Explorar nuevos enfoques y oportunidades que combinen rentabilidad con beneficios sociales y ambientales, como la economía circular o la oferta de productos y servicios basados en principios de sostenibilidad.
La innovación sostenible no solo beneficia al medio ambiente, sino que también puede generar ventajas competitivas, mejorar la reputación de la empresa y fortalecer las relaciones con los clientes y la comunidad. Es un enfoque estratégico que puede contribuir de manera significativa al desarrollo sostenible a largo plazo.
¿Por qué es importante la innovación sustentable?
La innovación sustentable cambia la perspectiva de cómo usamos los recursos naturales. Con el cambio climático, la innovación se vuelve, por sí sola, una razón para apoyarla.
A continuación les comparto tres razones adicionales para apoyar la innovación sustentable:
La innovación sustentable es disruptiva: La Tierra exige un cambio en nuestros hábitos de consumo y producción. La innovación sustentable tiene el reto de cambiar el status quo, y crear modelos de negocio completamente nuevos.
La innovación sustentable es colaborativa: Para innovar hay que ser colaborativo, pero esto es especialmente importante cuando se habla de innovación sustentable. Cumplir con los estándares y encontrar nuevas ideas requiere de equipos multidisciplinarios.
Lo mejor de todo es que al desarrollar una solución sustentable, las personas buscarán unirse ya que la sustentabilidad crea un propósito noble y necesario para el mundo. El sentido de «trabajar por un objetivo común» se hace mucho más fuerte en estas acciones.
La innovación sustentable es necesaria: Los consumidores cada día exigen más a las empresas que sus productos y servicios se desarrollen de manera sustentable, y, en respuesta, el aumento de emprendimientos sustentables es cada vez mayor.
Cualquier empresa que esté empeñada en explotar los recursos conducirá a un planeta saqueado. Si no encontramos un balance pronto, nadie podrá hacer negocios en un planeta sin recursos.
En comparación con otros tipos de innovación, la innovación sostenible es más disruptiva, está impulsada por un fundamento sólido y es más colaborativa.
¿Como podemos lograr la innovación sostenible?
El debate en el mundo empresarial se centra en cómo podemos integrar la innovación sostenible para generar nuevas oportunidades de negocio y para crear soluciones que aporten valor económico, social y medioambiental. Pero ¿cómo lo hacen y qué hacen, realmente, las empresas que integran con éxito ambos aspectos? ¿Cómo pueden incorporarse los retos sociales y medioambientales a la estrategia de la empresa? En este caso las empresas que integran innovación y sostenibilidad se caracterizan por «defender» tres aspectos:
- Crean valor económico con nuevos productos y servicios que buscan soluciones a los retos sociales y medioambientales: Se fomentan estilos de liderazgo para que la empresa pueda generar ventajas competitivas transformando la gestión de procesos y la cultura empresarial: es importante introducir las tecnologías limpias y el análisis del ciclo de vida del producto en la gestión de procesos y potenciar una cultura y un entorno del trabajo que favorezcan la creatividad y la co-creación con los diferentes grupos de interés.
- Valoran el rendimiento de la empresa integrando el resultado económico con el análisis del valor generado cuando se resuelven los retos sociales y medioambientales: Para ello, se valora conforme al enfoque de triple utilidad (económico, social y ambiental) mediante el impulso de nuevas metodologías de cuantificación del valor generado, tal y como se está proponiendo en el proyecto internacional sobre la memoria integrada.
- Colaborar con diferentes grupos de interés del ecosistema empresarial en las distintas fases del proceso de innovación: Desde descubrir y entender los retos que presentan a las empresas los consumidores finales a la generación de ideas con los ciudadanos, desarrollo de prototipos con organizaciones medioambientales, realización de pruebas e implementación, lanzamiento y explotación de la solución. Este tipo de empresas trabajan aprovechando al máximo el modelo de la triple hélice de innovación en la búsqueda de soluciones concretas a los retos de los usuarios finales y los retos sociales (relaciones entre el sector público, el sector privado y el sector educativo), buscan alianzas en toda la cadena de valor (proveedores, clientes, usuarios finales e, incluso, competidores) y colaboran de forma activa con agentes sociales externos (ciudadanos, organizaciones no gubernamentales, empresas sociales, comunidades locales, redes de ciudadanos, organismos internacionales, etc.).
Aunque encontramos buenos ejemplos de integración entre emprendedores sociales y medioambientales, es decir, que defienden los tres aspectos que acabamos de mencionar, en este artículo cito algunas grandes empresas. Porque, en los últimos años, y por todo el planeta, la innovación orientada a la sostenibilidad se abre paso en empresas líderes como GE (General Electric), con su iniciativa Ecomagination; Unilever, con su acción Sustainable Innovation; o Indra, con su programa Soluciones para la sostenibilidad.
A continuación; me permito describir el caso de éxito de GE y Phillips, que son proyectos empresariales en los que se ha integrado con éxito innovación y sostenibilidad y se ha conseguido crear valor la organización
General Electric utiliza la innovación sostenible para lanzar nuevos productos y rediseñar su modelo de negocio. Ecomagination y Healthymagination, por ejemplo, son dos iniciativas surgidas para desarrollar soluciones innovadoras que satisfagan desafíos medioambientales y de salud y que, a la vez, permitan a la compañía alcanzar rendimientos económicos. Con Ecomagination da respuesta a retos medioambientales, generando tecnologías limpias para ayudar a la eficiencia energética y a la reducción de las emisiones de CO2. De 2005 a 2014, el programa se traduce en 160.000 millones de dólares en beneficios. Y la misma empresa ha visto disminuidas en un 32% sus propias emisiones de CO2, así como su uso de agua, logrando ahorrar en ello trescientos millones de dólares. En su cartera de productos aparecen desde electrodomésticos domésticos de bajo consumo o iluminación led a plataformas inteligentes digitales para smart cities o productos industriales dirigidos a sectores como el de las energías sostenibles o la movilidad, con el diseño de motores de avión y de tren que reducen las emisiones de CO2, por ejemplo.
Philips es otro de los casos de éxito de innovación y sostenibilidad, quizá uno de los más avanzados, gracias a su programa EcoVision, que implementa desde 1998. Originalmente, el programa tenía como objetivo la minimización de los impactos medioambientales y sociales en la cadena de suministro, pero ha ido avanzando, y desde 2010 integra la innovación sostenible como eje de creación de nuevos productos y soluciones, para lo cual, el desarrollo de tecnologías eficientes ha sido fundamental. Si el objetivo de Philips es «mejorar la vida de 3.000 millones de personas cada año para 2025», su programa EcoVision es la principal guía para llevar a cabo esta visión de compañía. La empresa ha identificado tres áreas clave hacia dónde dirigir su innovación: salud, eficiencia energética e iluminación. Y, a partir de ellas, EcoVision pretende lograr tres objetivos: mejorar la vida de las personas, mejorar la eficiencia energética de sus productos y cerrar el ciclo de vida de sus productos, desde los materiales a los procesos. Por ello, trabaja activamente en el desarrollo de tecnologías sustentables y ecoeficientes que permitan a los consumidores contribuir a un mundo más sano, eligiendo productos «verdes» que les permitan reducir progresivamente su impacto medioambiental en el día a día.
Estos ejemplos resaltan la tendencia imparable de convergencia entre la sostenibilidad y la innovación dentro de la estrategia empresarial, con el objetivo no solo de mejorar los resultados económicos de las compañías, sino también de producir un mayor impacto positivo para la sociedad en general. La innovación sostenible se convierte, pues, en un nuevo eje de creación de valor y de competitividad.
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