La hibridación de ideas en las empresas

Pensamiento Hibrido RC3

Es en las conversaciones interculturales y, sobre todo, en la interdisciplinariedad donde salta la chispa que conduce a la creatividad, a la innovación y al cambio. La innovación se da en mentes abiertas, capaces de romper esquemas y de hacer equipo con otras personas de diferente formación. Es precisamente a causa de estas diferencias que surgen sorpresas, pensamientos inesperados, algo híbrido y nuevo.

Es la mezcla de conocimientos que nunca antes se habían combinado lo que genera el descubrimiento. La hibridez surge del intercambio, de la fusión, del cruce.

Recuerdan a Steve Jobs? Como parte de sus anécdotas el ejecutivo de Apple contaba, cómo abandonó sus estudios universitarios debido a su alto costo; pero decidió asistir de oyente a otro tipo de clases que le parecían interesantes, y a las que seguramente no habría acudido si hubiese continuado con sus estudios. Una de esas clases era Caligrafía, que no parecía tener mucha utilidad en su momento. Asistió a esa clase porque “era hermoso, histórico, artísticamente sutil de un modo que la ciencia no puede captar, y lo consideraba fascinante” dijo Jobs. Ninguna de las asignaturas optativas que cursó en el Reed College tenía aplicación práctica, y, sin embargo, diez años después utilizó todos esos conocimientos en el proceso de diseño del primer computador Macintosh. Esos conocimientos de caligrafía hicieron que el Macintosh tuviera tipos de letras múltiples y fuera el primer computador en contar con una bella caligrafía. Su influencia fue grande para los otros fabricantes que salieron luego.

Actualmente existe una creciente necesidad de innovar, y es en la intersección de las distintas áreas de conocimiento donde se aloja este proceso. Hasta ahora, la mayoría de las empresas han desarrollado una serie de productos y servicios enmarcados dentro de una misma disciplina, apuntando a un mismo mercado. Trazan una dirección cartesiana que se convierte a su vez en una limitante a la innovación. Con el pensamiento híbrido se abre un nuevo camino basado en lo ecléctico, en conectar piezas nunca antes alineadas. Un ejemplo de ello, es la biométrica, que combina biología, química, física, informática, diseño, matemáticas y electrónica, para estudiar estructuras biológicas y aprender de su naturaleza, estrategia y soluciones, y después las utiliza en diferentes campos. Debemos agradecer a esta disciplina, la aparición del velcro, por ejemplo.

¿Qué está pasando en las empresas?

Las empresas hoy son más reticentes al cambio, especialmente si se producen grandes transformaciones, innovaciones y cambios estratégicos. Esta actitud es poco viable hoy en día. Vivimos en una economía global hiperconectada con cambios muy rápidos, diversos, complejos y de gran magnitud (los entornos VUCA). En este sentido Daniel Pink, autor del libro Una nueva mente, nos explica que los que considerábamos los fundamentos del éxito están cambiando de la era de la información a la era conceptual, donde señala que el pensamiento secuencial, racional y analítico de la era de la información deja su lugar a un pensamiento mucho más holístico, global, creativo y empático. En su libro señala que la especialización máxima deja lugar a la necesidad de encontrar mentes con visiones amplias, multifacéticas, con capacidad de tener una visión global y gran capacidad de unir distintos conceptos o nexos.

En esta misma línea, John Maeda, presidente de la Rhode Island School of Design, indica que el futuro del desarrollo económico dependerá, en gran medida, de una migración desde las profesiones enfocadas al razonamiento y la lógica (STEM: science, technology, engineering y maths) a las profesiones holísticas, como las que él define bajo el acrónimo IDEA (intuition, design, emotion y art).

Van a ser cada vez más necesarias las personas de perfil híbrido. Este tipo de personas, con distinto tipo de educación y experiencias (profesionales, culturales, geográficas, etc.), serán las más aptas para poder conectar distintos nexos e ideas, que a su vez generarán nuevas ideas y soluciones adaptadas al mundo tan cambiante en el que vivimos hoy. El cerebro funciona por asociaciones, y cuanto más variados sean los conocimientos y experiencias anteriores, más capacidad existirá de generar nuevas ideas y asociaciones.

Existen grandes diferencias entre las empresas más innovadoras y aquellas que mantienen su statu quo. Empiezan a existir compañías que abordan los problemas y retos a través de metodologías y procesos originalmente excluidos o relegados a las unidades de diseño o innovación, como el pensamiento de diseño, o design thinking, a la hora de plantearse sus retos. Muchas ya entienden la importancia estratégica de esta visión y que “diseño” no remite a lo visual o al diseño del producto, sino a una forma de gestionar determinadas estrategias que son cada vez más importantes. Ya no es un proceso de unos pocos colaboradores que se encuentran en un departamento aislado de 3er o 4to nivel en la organización, sino una pieza clave, buscando la transversalidad de toda la organización. En las empresas más avanzadas, esta función está integrada en la planificación estratégica y en el Comité de Gerencia, ya que se concibe como una herramienta vital para el futuro de las empresas.

¿Cómo incorporarlo?

El primer paso hacia una visión más holística es la conformación de equipos multidisciplinares. Dejando atrás los silos de especialistas (financieros para unos temas, técnicos para otros, etc.) y se integran juntos, invitando también a perfiles abiertos, como los propios diseñadores y creativos, y sumando perfiles más humanistas y empáticos que anteriormente no se hubiesen considerado, como personas con formación en antropología o sociología. Empiezan a colaborar juntos desde el principio del proyecto en procesos lineales. Muchos trabajan de la mano de empresas externas de diseño e innovación, acostumbradas a este tipo de enfoque, como IDEO, Frog Design o Nurun.

Este nuevo enfoque es muy potente si lo comparamos con las estructuras clásicas. Los equipos multidisciplinares aportan visiones muy distintas y frescas, donde unas van nutriendo a otras desde puntos inicialmente opuestos, resolviendo un problema de procesos u organizativo bajo una visión de diseño. Las conexiones se generan, exponen y cruzan entre los miembros del grupo, y eso hace que se creen otras nuevas. Esta es la base del design thinking, que emula la forma de resolver problemas, por esta razón se debe hacer en entornos muy colaborativos, totalmente orientados a la acción, interacción y co-creación, opuestos al trabajo autónomo o aislado.

Basado en este modelo, el esquema de equipos multidisciplinares en empresas enfocadas a la innovación suele estar formado por distintos perfiles con diferentes especializaciones. Si bien dichos modelos son mucho más eficientes a la hora de buscar soluciones e innovación en esta época, entendemos que la mayor potencia se consigue cuando la propia persona tiene un perfil híbrido. De esta forma, todo ese proceso de “conexión de los puntos” al que nos referíamos ocurre dentro de los propios cerebros, haciendo unas conexiones infinitamente más ricas, y el efecto y capacidad de generar nuevas ideas y soluciones innovadoras se multiplican.

Ejemplos de quienes lideran estos procesos hoy en día

Además de las empresas mencionadas, existen organizaciones cuyo objetivo consiste en ayudar a los grupos a innovar, a desarrollar productos, servicios y modelos de negocio adaptados a esta era conceptual. Muchas de ellas tienen su origen en el propio diseño, como IDEO o Frog Design; otras, en la consultoría estratégica, el márketing, la comunicación o el user experience (Fahrenheit 212, IdeoCouture, Fjord, Designit o Nurun).

Posiblemente, el ejemplo más puro de perfiles híbridos es la empresa Jump Associates, en Silicon Valley, con Dev Patnaik (cofundador y director ejecutivo de la empresa, profesor de Innovación en Stanford y autor del libro Wired to Care). Patnaik cuenta el esfuerzo que hacen para encontrar estos perfiles híbridos –una mezcla de humanista, tecnólogo y capitalista– y que el valor añadido que aportan es inmejorable. Su enfoque es que las personas deben tener la capacidad de visión estratégica para poder analizar escenarios de futuro y nichos de oportunidades, la empatía y el perfil humanista para entender y diseñar soluciones enfocadas a lo que las personas necesitan y la capacidad analítica y de negocio para definir modelos y planes de negocio sostenibles. Un claro ejemplo es una colaboradora de su equipo, licenciada en Psicología en Israel, que ha trabajado en tecnología en el ejército israelí, que tiene un máster en Diseño en Estados Unidos y que ahora es miembro de Jump Associates.

Es un problema de enseñanza y cultura?

Hasta ahora, el problema es que los modelos de educación siguen enfocados a la especialización. Sigue primando la evaluación analítica (IQ, o test de inteligencia, SAT, GMAT de acceso a Universidades, etc.) y no la evaluación holística y global. A nivel cultural, las empresas esperan una progresión lineal en las personas. No se premia la diversidad ni lo multidisciplinar, sino más bien lo contrario. En las Universidades –en todo el mundo en general y en Costa Rica en particular– aún siguen arraigados los modelos de la era de la información. Sin embargo, eso está transformándose. Se empiezan a ver centros que están cambiando el panorama de forma radical: la propia Universidad de Stanford, cada día acercando más la Business School a la DSchool; la Parsons School en Nueva York, un pilar en arte y diseño que incorpora el negocio en sus programas, el Royal College of Art en Inglaterra, lugar donde se ofrece una excelente formación en arte que se ha unido a la Imperial Business School, o la Rotman School of Management, que cada día está más enfocada al design thinking y a los modelos de innovación.

En la región tenemos una gran oportunidad de mejora. Debemos recuperar los puestos de liderazgo en innovación, y para eso debemos adaptarnos a los requisitos de la era conceptual en la que estamos. Hay que abordar cambios tanto desde los centros educativos y culturales como desde los ámbitos profesionales para formar personas multidisciplinares que hayan desarrollado una forma de pensar híbrida.

En ese sentido necesitamos: “Personas que aprendan a ver los proyectos en su globalidad y que sepan establecer nuevas asociaciones de ideas desde sus experiencias y conocimientos. Personas, que puedan conectar y generar nuevas ideas con otros perfiles multidisciplinares.”

Si trabajamos en esta línea, se impactaran las empresas e impulsará su desarrollo. En estos tiempos que vivimos tan convulsos se hace necesario enfocar esfuerzos en ello.

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