Metamorfosis de la educación impulsada por el COVID-19

El coronavirus (COVID19) está cambiando instantáneamente la forma en que se imparte la educación, ya que la escuela y el hogar, ahora se convierten en un solo lugar tras políticas sanitarias dictadas por la mayoría de los gobiernos. Según la UNESCO, más de 862 millones de niños y jóvenes en 119 países se han visto afectados al tener que hacer frente a la pandemia global que nos ha impactado.

Muchas de las medidas adoptadas por los Ministerios de Educación de los países en Latinoamérica sobretodo, deja en evidencia las limitaciones de parte de un gran número de familias, ya que, para muchos, resulta ser una complicación, mientras que para otros, la situación es aún más preocupante. En países donde el 70 % de los estudiantes vienen de familias de bajos ingresos, llevar la escuela a casa significa enfrentarse a no poder ofrecer comidas adecuadas, y mucho menos la tecnología o conectividad necesarias para el aprendizaje online. La realidad es que la mayoría de las escuelas no están preparadas para este cambio que permite reconocer que el acceso desigual a internet es tan sólo uno de los muchos problemas que enfrenta nuestro sistema educativo a nivel global.

Según el World Economic Forum, sólo alrededor del 60 % de la población mundial tiene acceso al internet, impulsando que muchísimas escuelas y Universidades busquen soluciones innovadoras provisionales a esta crisis, tal como el sistema educativo costarricense (público y privado) el cual tuvo que buscar los medios tecnológicos que rápidamente les diera una solución temporal (plataformas e-learning, salas de conferencias, o el más práctico WhatApp en muchas latitudes)

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A raíz de ello, muchas preguntas surgen que tienden a afectar de manera desigual a aquellos en desventaja. El apoyo que se proporcionará, por ejemplo, a miles de madres solteras que necesitan escuelas abiertas porque tienen que trabajar y que por el tipo de trabajo, su patrono no le permite trabajar desde casa, a muchas familias que deberán aprender a orientar la educación de sus hijos en el hogar, o a aquellos niños que dependían de la comida que se les brindaba en las escuelas.

Además; estas dificultades también se han replicado, no sólo en la educación primaria o básica, sino en miles de Universidades que han tenido que cerrar sus aulas debido a esta pandemia. Harvard, Cambridge, MIT, UCLA, por nombrar sólo algunas instituciones de las que se han sumado, pusieron pausa a todas las clases presenciales, eventos académicos y demás servicios, para cambiarlos por lecturas y conferencias en línea. Consecuentemente, miles de estudiantes de educación superior alrededor del mundo, han tenido que abandonar sus campus tras el aviso de desalojo que ha tomado a muchos sin recursos u opciones disponibles. Todas estas medidas fueron tomadas tras el estado de emergencia declarado en distintos países.

«El mayor cambio que requiere el aprendizaje virtual es la flexibilidad y el reconocimiento de que la estructura controlada de una escuela no es replicable en línea» – Noah Dougherty (Education Elements)

En cuestión de semanas, se ha cambiado la manera en la que los estudiantes aprenden, y justo estas transformaciones nos dan un vistazo a las fallas en materia de equidad que sigue presentando los sistemas educativos, incluso en los círculos más privilegiados. El World Economic Forum, plantea que esta pandemia se convierte en una oportunidad para recordarnos las habilidades que nuestros estudiantes necesitan justo en crisis como estas, siendo así, la toma de decisiones informada, resolución creativa de problemas y, sobre todo, adaptabilidad. Para garantizar que esas habilidades sigan siendo una prioridad para todos los estudiantes, la resiliencia también debe integrarse en nuestros sistemas educativos.

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La digitalización de la educación

Por más plazos que otorguen las autoridades en materia de Educación en Latinoamérica y en el mundo para ordenar las ideas de cómo avanzar virtualmente, nos encontramos definitivamente en un momento de inflexión del cual no hay vuelta a atrás: la revolución digital educativa.

Sugiero a las autoridades del sector, tanto público como privado revisar el modelo tradicional y reinventar un nuevo modelo que será base para los nuevos profesionales del siglo XXI a partir de esta segunda década, donde estamos en plenas coyunturas sanitarias que impactan al mundo en todos los ámbitos, lo cual era difícil de pronosticar hace unos meses atrás.

Es un hecho que las instituciones educativas y Universitarias tendrán que adquirir el paquete completo de creatividad, innovación y conocimiento a la sociedad partiendo de sus fortalezas como medida de contención y guía ante las nuevas y sorpresivas situaciones que estaremos viviendo día a día según la evolución mundial a partir de este momento. Tendrán que conectarse con el mundo digital y modelar una metodología diferenciada para este tipo de canales que ahora serán virtuales.

Con esto quiero decir que, el tradicionalismo pedagógico no responde al dinamismo cognitivo que caracteriza el aprendizaje del siglo XXI en progreso y transformación. Las habilidades metacognitivas de aprendizaje a través de recursos tecnológicos rompen los esquemas estáticos de la enseñanza tradicional.

Por otra parte; las plataformas e-learning son una respuesta a las exigencias de aprendizaje que el docente tradicional no está logrando en el salón de clases. Entonces, el docente tradicional debe reinventar su campo de acción educativo e implementar nuevos recursos didácticos tecnológicos para potenciar la inteligencia dinámica del nuevo modelo de estudiante inmerso en la digitalización. A diferencia de la enseñanza tradicional que alimenta, con mucho, dos canales sensoriales: el visual y auditivo; las plataformas virtuales son un apoyo para generar un hipercognitivismo en las personas, estimulando sinápticamente el aprendizaje.

La enseñanza tiene el reto de gestionar una cultura intelectual que ayude al estudiante a desplegar capacidades de trabajo en equipo, de pensamiento creativo, de inteligencia crítica (capacidad de discernir entre información y adoctrinamiento ideológico, rechazable de plano), de habilidades sociales, de pensamiento proactivo, de diseñar soluciones gestionando adecuadamente la información disponible, de autoestima, de empatía social, entre muchos otros aspectos.

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Lamentablemente, ha sido la crisis mundial que enfrentamos por el COVID-19 lo que ha impulsado a muchos a repensar alternativas de educación virtual. La adaptación al cambio digital y la creación de recursos tecnológicos para el aprendizaje debió ser un asunto central en el diseño de modelos pedagógicos. Pero ahora este puede ser el momento adecuado para cambiar y replantear, haciendo las preguntas correctas para obtener respuestas correctas, y dar sustento al nuevo modelo pedagógico (por culpa del COVID19). Un gran punto a favor del virus.

Para terminar, sugiero la creación de un laboratorio de investigación en tecnologías educativas el cual debe considerar la implementación de la inteligencia artificial, la realidad aumentada, la neurociencia educativa, las ciencias de la educación (en sentido estricto), las tecnologías de la información, etc. El resultado final debería ser los nuevos recursos tecnológicos aplicados al aprendizaje.

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2 comentarios de “Metamorfosis de la educación impulsada por el COVID-19”

  1. Excelente crónica impulsada a alentar al sistema educativo para que de lo trágico dé el paso hacia la modernidad cognitiva y cómo se expresa: que la resiliencia sea uno de sus buenos instrumentos!!

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