La Inteligencia Artificial (AI sus siglas en inglés) estará presente en cada segundo de la vida de cada empresa y de cada persona conectada y posee un enorme potencial que abre las puertas a una amplia gama de oportunidades en donde se puede competir utilizándola.
La empresa Gartner encargada de realizar análisis de negocios ha predicho que para 2022 el crecimiento del valor de negocio de la IA alcanzará un total de US$3,5 billones de dólares. Bastante más que los US$980 millones de dólares que se estiman en este año 2018 – un 70% más que en 2017.
La inteligencia artificial (IA) ha ganado terreno en diversos rubros. Su mayor potencial ha sido en las ventas (Amazon), que usa inteligencia artificial para sugerir productos o mandar ofertas con base a los vistos previamente, pero la IA puede aplicarse en muchas áreas. Sin embargo; esta tendencia abarca los sectores de finanzas, cuidado de la salud, medios y publicidad. Hace años que Amazon utiliza algoritmos predictivos para ofrecer al usuario recomendaciones basadas en su historial de búsquedas o compras. Google usa el aprendizaje automático para completar las expresiones de búsqueda, y a menudo logra predecir acertadamente lo que busca el usuario. Facebook y el resto de plataformas digitales también son parte de esta irrefrenable ola. La AI es esencial para el futuro de la auto conducción (transporte privado, público, logístico, comercial y otros como la imaginación permita). No sólo serán útiles a la hora de evitar colisiones o “presas” sino también para optimizar el tráfico en autopistas y carreteras.
Según el estudio de Gartner, otra de las áreas en las que hay mucho potencial para la IA es para marketing, en donde puede predecir cuáles correos ven los destinatarios, a qué le dan click, qué cosas compran o a qué campañas se suscriben y generar acciones personalizadas para incrementar la lealtad.
En estos tiempos vemos como la AI se introduce en nuestro día a día. Un ejemplo curioso de ello ocurrió hace unos días en las elecciones a la alcaldía celebradas en Tama, localidad de Tokio. Aparte de los habituales candidatos de carne y hueso, se encontraba Michihito Matsuda, el primer robot con inteligencia artificial que se presenta a unas elecciones. A pesar de no ser humano, fue el tercer candidato más votado, con un total de 4.013 votos.
Los gigantes tecnológicos ya están destinando buena parte de sus recursos humanos para esta área. Microsoft abrió su unidad AI and Research Group, que tienen a más 5,000 ingenieros y científicos enfocados en mejorar la inteligencia artificial de sus productos.
¿Pero cómo puede la inteligencia artificial aumentar las ventas de una empresa o futuro emprendimiento?
a) Ajustando los precios, opciones de venta, recompensas y cupones en tiempo real para tratar de convencer a los compradores indecisos.
b) Creando campañas de marketing en computadores, móviles, correo electrónico y otros canales digitales.
c) Creando software en el que los clientes conversen con bots que funcionarán con el procesamiento del lenguaje y les ayudarán a hacer compras.
¿En qué otras áreas se pueden implementar la IA y de qué manera funcionará?
a) En la agricultura, para controlar plagas y manejar cultivos en forma más eficiente.
b) En las fábricas, realizar montajes peligrosos y actividades tediosas (labores de inspección y mantenimiento).
c) En la medicina, para ayudar a los médicos a hacer diagnósticos, supervisar la condición de los pacientes, administrar tratamientos y preparar estudios estadísticos.
d) En el trabajo doméstico, como una forma de brindar asesoría acerca de dietas, compras, supervisión y gestión de consumo energético y seguridad del hogar.
e) En las escuelas, como un apoyo a la formación de los estudiantes, especialmente en aquellas materias consideradas complejas.
f) Y para ayudar a los expertos a resolver difíciles problemas de análisis o a diseñar nuevos dispositivos.
El futuro que nos depara la inteligencia artificial
Estamos ante el comienzo de otra gran convergencia: el aprendizaje automático, el análisis y la gestión de datos a escalas casi infinitas y el aumento del poder de cómputo. Esta convergencia convertirá la inteligencia artificial (AI) en esencial. Imposible concebir un aspecto de nuestro futuro que no se vea afectado por ella.
Es precisamente por ello, acompañado por la creciente e imparable explosión de datos, que la AI se ha posicionado como la tecnología esencial de las próximas décadas.
En el futuro inmediato veremos un avance a dos velocidades. Empresas que ya la utilizan y todas aquellas empresas que necesitarán integrarla en sus productos y servicios. Sin ello les resultará muy complejo competir con otras que si usen redes de recolección de datos para aplicar dichos resultados a mejorar las experiencias de los clientes y ayudar a guiar la toma de decisiones empresariales.
De esta manera la Inteligencia Artificial (AI) impulsara el uso del recurso Big Data y que pocos han sabido transformar en valor. Precisamente esto sucede por la habilidad de AI en el procesamiento de datos y en como proporciona una inmensa utilidad comunicacional, comercial y empresarial que puede, exponencialmente, reemplazar a las tecnologías existentes y a las capacidades humanas convencionales.
Como toda nueva tecnología en sus primeros años, la AI ha sido demasiado cara o compleja como para permitir su uso en la mayoría de las empresas. Adquirirla y luego integrarla con las operaciones habituales puede ser costoso y complejo, pero es una cuestión de tiempo que se haga accesible y su uso se extienda sin límites. Lo cierto que la AI no se limitará a un ámbito específico.
Ya muchas empresas lo utilizan en modos de chatbots para que los clientes-ciudadanos-contribuyentes-turistas, etc… sea atendido de manera interactiva y se les recomiende productos, restaurantes, hoteles, servicios, espectáculos, según su historial de búsquedas, comentarios, compras y recomendarles actividades, ofrecerles descuentos especiales, transporte o necesidades específicas.
En esta línea, se abre un gran debate centrado en la reinvención de los espacios de trabajo (oficinas, fábricas, laboratorios, cadenas de montaje, etc) y el trabajo, a partir de la irrupción de las máquinas. Casi 6 de cada diez de los empleos actuales en los países que pertenecen a la OCDE están en riesgo de desaparecer como consecuencia del auge de este proceso. Veremos a la máquina como compañero de trabajo o como quien ocupara nuestro puesto de trabajo. La AI podría ayudar a generar nuevos niveles de productividad, eficiencia y rentabilidad.
Para ir concluyendo; son múltiples los retos a los que se enfrenta la sociedad de la inteligencia. Laborales, educacionales, sociales, incluso trascendentales y éticos. Pero es la ruta del progreso de nuestros tiempos, generando nuevos escenarios, nuevos desafíos y sobretodo nuevas oportunidades.
Estamos creando una sociedad en la que el hombre convivirá con inteligencias artificiales entre los que habrá asistentes personales, transportes autónomos, robots en nuestros trabajos y hogares y mentes digitales que formarán parte de nuestra cotidianeidad. En el mundo del futuro las cosas van a cambiar más de lo que pensamos, o nos imaginamos. Si nadie propone un futuro alternativo, puede que se nos llegue a salir de las manos y lo lleguemos a lamentar cuando sea muy tarde.
NOS GUSTARÍA CONOCER SU PUNTO DE VISTA?