La estrategia en tiempos de COVID-19

Hemos visto como en un plazo de días, muchas empresas y gobiernos han instrumentalizado modelos de trabajo remoto, han formado (a través de plataformas digitales) a sus empleados en soluciones digitales en las que no estaban habituados a trabajar en Latinoamérica, han adaptado procedimientos y han impulsado un modo de trabajo colaborativo digital. Este proceso de cambio ha sido llevado a cabo con mayor agilidad y éxito por aquellas empresas con un alto grado de digitalización.

El COVID-19 y esta pandemia ha destapado las necesidades de transformación tecnológica de muchas empresas, que han visto cómo sus entornos de trabajo remoto eran ineficaces, sus infraestructuras no podían resistir un aumento del tráfico o han sufrido graves problemas de ciberseguridad. De esta manera las empresas deben abordar un proceso que va más allá de la transformación, y por ello hablamos de una metamorfosis en donde se despliega un proceso de cambio acelerado de adopción de habilitadores digitales y de puesta en marcha de iniciativas que maximicen la flexibilidad y la creatividad de su personal, para tener oportunidad de salir de la crisis de un modo más exitoso.

 

 

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La creciente importancia del macroentorno en la Estrategia

La pandemia de la COVID-19 aportó una disrupción desde el macroentorno que arrasó como un tsunami, todo el resto de análisis que componen la formulación de la estrategia y, en consecuencia, exterminó también la mayoría de las decisiones tomadas, dejándolas inservibles para las empresas.

En este caso; el coronavirus influyó en la tecnología, ya que provoco que todas las empresas se digitalizaran; hundió las economías de una forma casi sin precedentes, cambió costumbres sociales ancestrales tras someter al mundo a cuarentenas, y las leyes no tuvieron más remedio que adaptarse para regular el nuevo mundo que provocó.

“Lo que hoy es evidente, una vez fue imaginario” – William Blake Esta es una frase que define el pensamiento de quienes tienen visión. Las compañías que triunfan son las inconformistas, las que, aun en el éxito, siempre están buscando nuevos productos o servicios, innovadoras formas de competir.

Las empresas que hoy son exitosas se vuelven más planas; las alianzas se vuelven más frecuentes; la tecnología asume mayor protagonismo, y los procesos sustituyen a los silos departamentales.

Las situaciones vividas y resueltas durante este periodo nos han servido para identificar nuestras debilidades y fortalezas de un modo práctico y deben estimularnos a pensar cómo podemos ser más flexibles para adaptar nuestros procesos, canales y modelos de trabajo de forma eficiente gracias a las soluciones tecnológicas a nuestro alcance para lograr que el impacto en nuestro negocio sea el menor posible. Tenemos por tanto un diagnóstico validado como base para diseñar nuestra estrategia y nos debe servir para tomar consciencia de que cuanto mayor sea nuestro nivel de digitalización, mayor será nuestra velocidad de adaptación al nuevo entorno de trabajo y mercado al que nos enfrentamos.

Para muchos gerentes el cambio da miedo, pero hay que afrontarlo, porque el resultado de no cambiar es aún más terrorífico para las empresas.

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Cómo definir una estrategia de transformación digital en tiempos de COVID-19

El brote de COVID-19 es, ante todo, una tragedia sanitaria y humana que afecta a cientos de miles de personas, que está generando un impacto dramático en el futuro de la economía mundial. A todas las empresas les ha tomado desprevenidas, quizá porque sus prioridades estaban en atender el día a día, las necesidades de los clientes y habían dejado a un lado la estrategia futura y las necesidades como empresa. Hemos entrado de forma inesperada y acelerada en un periodo en el que grandes riesgos estructurales están impactando de forma intensa en las empresas y en la que lo digital se ha convertido en el centro de todas las interacciones, lo que obliga a las empresas a avanzar en su curva de adopción tecnológica de la noche a la mañana.

Hacer las cosas diferentes es la clave, pero, ¿En qué parte del negocio es necesario llevar a cabo dichos ajustes? La ventaja la llevara las empresas que cambien el modelo de negocio y utilice la disrupción para ofrecer experiencias nunca antes vistas. Porque crear valor no habla de ofrecer lo mismo una y otra vez, habla de romper patrones, dar vuelta a las reglas, imaginar, inventar e implementar aquello que quizás los usuarios nunca antes habían imaginado.

Siempre he afirmado en foros que la innovación disruptiva no es cuestión de innovar (sólo) en producto/servicio, se trata sobre todo de innovar en modelo de negocio. Algunos ejemplos representativos es lo que hizo Ferra Adrià fundador del mejor restaurante del mundo durante años (ElBulli), donde su éxito era que iban a vivir una experiencia única. Con su muy innovador “cómo” (desarrollando nuevas tecnologías gastronómicas) creó docenas de platos únicos que producían extraordinarias sensaciones y experiencias (el “qué”).

Así, el éxito del Circo del Sol se debió a que era un circo que no era un circo. Como los modelos de Amazon, Uber o Airbnb, que daban respuesta a cuestiones que nadie antes había pensado ni implementado.

“La simplicidad es la máxima sofisticación” – Leonardo da Vinci

Tal y como lo he señalado; el mundo de la disrupción es fundamental salir de la zona de confort y lograr un cuestionamiento continuo para así ofrecer experiencias, productos o servicios que impacten de tal forma que el consumidor pase a entablar una relación de negocios trascendental con tu marca.

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Fuente: Impact Hub Academy – España

En este sentido, les puedo afirmar que el éxito y consecución de la disrupción dependerá de la capacidad que tenga la compañía de evolucionar su modelo de negocio con innovaciones sostenibles (generalmente, incrementales) que mejoren las prestaciones del producto/servicio, pero manteniendo el foco en el salto del mercado de alta rentabilidad y una vez se consolide y se potencie se lograra que la empresa desarrolle un modelo que no sea fácil de copiar por la competencia, es entonces cuando el fenómeno de la disrupción se consuma. Pueden observar esta tendencia en la gráfica anterior (Matriz de innovación).

Ejemplos de disrupción se han presentado y presentan siguiendo estos patrones que conforman las claves de una estrategia de innovación disruptiva, y no hay duda que seguirán sucediendo a lo largo de los años en cualquier industria o mercado. Algunos ejemplos de disrupciones la del fabricante de motocicletas japonés Honda al entrar en el mercado americano, las disrupciones generadas por el smartphone al PC (siendo el iPhone de Apple el pionero).  Grandes compañías desaparecidas como Blockbuster o en bancarrota como Kodak sufrieron las consecuencias de la disrupción provocada respectivamente por Netflix y la digitalización del modelo de negocio fotográfico.

El futuro de la empresa

La estrategia siempre se ha centrado en conseguir que la empresa tenga una ventaja competitiva –lógicamente, pues si no lo consigue, desaparece–, de ahí que se focalice en los elementos esenciales para conseguir esa ventaja, además de intentar que esta sea lo más sostenible posible o, aún mejor, innovadora y, a ser posible, única. Lo fundamental de la estrategia ha sido, desde hace mucho, satisfacer a los clientes mejor que los competidores, siempre teniendo en cuenta las capacidades.

Sin duda una conclusión de esta experiencia será la necesidad de abordar una profunda revisión de nuestros planes estratégicos y nuestra capacidad de reacción ante cualquier imprevisto como esta pandemia. Adicionalmente a estos planes de contingencia sería preciso que los líderes empresariales busquen dar respuesta a preguntas como: ¿la infraestructura tecnológica estaba correctamente preparada?, ¿en mi estrategia digital había contemplado riesgos que me han ayudado a solventar la situación?, ¿qué áreas de mi negocio han sufrido más el impacto de la situación (por exceso o por reducción de carga de trabajo?, ¿las competencias digitales de mi personal son las adecuadas?, ¿cuento con los socios tecnológicos adecuados y tengo en mi plantilla todos los perfiles especializados que necesito? o ¿cuento con una buena base tecnológica para abordar la automatización?.

Pocas organizaciones son altamente exitosas. Y es que, además de la estrategia, se necesita un CEO o un director general con fuerza y carisma que, con el ejemplo, dirija, motive, imagine, soporte, coordine e impulse, sacando lo mejor de cada persona, haciendo que se trabaje en equipo, para que toda la organización se enfoque, con total determinación, hacia la visión y los objetivos que la estrategia proyecta.

Debemos utilizar el aprendizaje de esta crisis para priorizar la transformación de la empresa. También debemos aprovecharlo para incrementar nuestra resiliencia, y reforzando la solidez de la digitalización y automatización de procesos.

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