Hoy en día somos conscientes que esta crisis mundial tendrá su impacto en los sectores: económico, social y sus efectos en la educación a partir de ahora.
La crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus, tal y como lo señala el historiador alemán Albrecht Ritschl tal como ha sucedido en el pasado con las guerras, puede empeorar tanto que derive en una crisis mundial como la de principios de los años 30 del siglo pasado. Ni siquiera una disminución del PIB de un 20% puede ser completamente descartada. El panorama es sombrío y depende de cuánto tiempo duren las medidas de cuarentena definidas por los responsables de la salud pública en los diferentes países del orbe.
En Costa Rica por su parte; el Ministerio de Hacienda pretende aplicar medidas económicas donde las empresas continúen haciendo desembolsos de obligaciones adquiridas sin la facturación de la que dependen. Cinco de los nueve proyectos que el Ejecutivo ha convocado son para dotar de dinero al Estado. Otras medidas son de alivio fiscal, reducción de pago de planilla y contribución (flexibilización laboral), reducción a costos de venta (datáfonos) y perdón para morosos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS). Pero hay más de 26 proyectos presentados en las últimas semanas que no aparecen en las convocatorias del Gobierno. Siento que es muy aventurado, por no decir irresponsable, anunciar este tipo de medidas ante una situación que es completamente inédita, inconexa con cualquier otra crisis y que estalla cuando nuestra economía de por si se encontraba debilitada. Así las cosas; el poder ejecutivo se enfoca primero que todo en detener el contagio, evitar que la economía colapse e “impedir los despidos masivos” sumados a las 309.000 personas desempleadas antes de la crisis.
La economía se puede ver como una sucesión de flujos encadenados, y en Costa Rica se ha detenido el 80% de todo. Especialmente se ha detenido uno de los motores de nuestro PIB, el turismo que aporto más del 6,3% el año pasado.
Que debemos analizar y mejorar?
Como debemos ver esta pandemia? En lo positivo, debemos observarlo como una oportunidad de recomponer lo existente, pero la opción de crear algo nuevo es mucho más estimulante. Pensemos que en EEUU, el 35% del nuevo empleo generado el año pasado provenía de startups, con nuevos modos de entender la economía e innovadores modelos de relación con su entorno productivo. De esto se desprende que los modelos tradicionales difícilmente activarían la economía en el mundo nuevamente. Para lograr este cambio (reseteo) se requiere visión y mucha valentía.
Desde esta perspectiva la automatización del todo, y por ejemplo; el uso de la Inteligencia Artificial (AI) para diseñar un nuevo modelo laboral que necesariamente deberá ser distinto al que ahora está en jaque.
Debemos pensar que esta es una oportunidad única, tal vez la última, para cambiarlo todo, para mejorarlo todo, de una vez.
El coste de estimular la economía detenida obligatoriamente se llevará por delante la propia recuperación y, lo que es peor, las opciones de modernizar nuestro modelo productivo ante un futuro en el que las oportunidades para los países más tecnológicos se abrirán como nunca antes. Quien no tenga músculo para robotizar, automatizar y transformar digitalmente se verá entonces en unos meses supeditado al pago de una hipoteca gigantesca que lo llevaría hasta su extinción.
De esta manera; los países deberán tomar medidas que equilibren la salida de la crisis, compensar a los damnificados y estimular una economía nueva, más tecnológica y más automatizada. Esta pandemia debería de hacernos ver al menos, tres claves que no debemos desaprovechar, tales como:
- Nos deja ver claramente que la automatización no era el enemigo, es quien permite hoy que este mundo siga funcionando. Muchos sectores estarían paralizados si viviéramos en los años 1990.
- Nos reafirma que la inteligencia artificial (AI) no era un problema, es la que está ayudando al sistema sanitario mundial a pelear contra una crisis médica como nunca antes. El desarrollo de vacunas en tiempo récord o en el control ciudadano en Corea del Sur para la reducción de infectados, son la prueba.
- La robótica no vino a quitar el empleo a nadie, esta sería una de las tecnologías que llevara a tomar decisiones en un futuro no tan lejano, e implementar un salario mínimo universal para los que esta crisis va a ubicar en un lugar del que ya no podrán salir.
Que debemos CAMBIAR e impulsar en adelante?
Sólo saldremos de esta tormenta con aquello que nos hace realmente humanos: la cooperación consciente a gran escala. Es necesario que compartamos conocimiento, tecnología y buenas prácticas, en el ámbito global y también en el local, para cortar la curva de contagios tan pronto como sea posible, pero también para lo que sigue. Hace falta que aprendamos de los que lo han hecho bien las cosas.
La cooperación a gran escala nos permite generar conocimiento científico, y es la gran arma que disponemos contra enfermedades como este virus. Pero tendremos que revisar a qué velocidad y con qué elementos cooperativos generamos este conocimiento. China acaba de declarar que dejará de evaluar sus científicos por el número de artículos publicados (como lo hacen nuestras Universidades públicas). Los evaluará, textualmente, “por su contribución a la economía o a la sociedad”. No está claro como lo harán, pero intuyo una evolución de la ciencia china hacia la organización por misiones (retos con objetivos y plazos determinados).
Las Universidades en Costa Rica cuentan con muchos investigadores trabajando solos en I+D, sin formar parte de misiones o proyectos que realmente puedan impactar decisivamente en el bienestar de los ciudadanos. Hacemos poco I+D, y descoordinado. No hay impulsores que compilen la suma de conocimientos y los complementen con otros necesarios para superar hitos concretos al servicio de la prosperidad colectiva. Nuestro sistema potencia el individualismo del investigador, que en demasiados casos compite (individualmente) en contra de otros investigadores para mejorar su currículum solamente.
En este sentido, por ejemplo; los retos actuales pueden ser, encontrar la vacuna contra el coronavirus (o contra otras enfermedades infecciosas). O impulsar una nueva generación de dispositivos de inteligencia artificial de asistencia autónoma a gente mayor. O desarrollar tecnología de semiconductores para América Latina (hoy, incapaz de hacer sus propios chips). O por ejemplo, conseguir que las 30 ciudades más contaminantes del mundo reduzcan a la mitad sus emisiones de CO₂.
Algunas lecciones aprendidas a partir del coronavirus (COVID-19)
Algunas personas se me acercaron y me pidieron que escribiera un artículo en este Blog, no tanto por el impacto del virus en los humanos, sino más que todo en como recomponer el país después de la pandemia. Por eso; prefiero darle un enfoque positivo ampliando algunas reflexiones:
- El teletrabajo llego para quedarse. Ahora se está poniendo a prueba la verdadera madurez digital de las empresas. En pocos días, muchos hemos hecho inmersiones intensivas en plataformas de videoconferencia y similares. Ojalá se imponga un nuevo estilo de liderazgo, más orientado a la confianza y al trabajo por objetivos que al control y al recuento de las horas presenciales. Es evidente que esto no será posible en todas las profesiones. Pero hay margen de maniobra en estas mejoras, con incrementos substanciales de la productividad.
- El despliegue de las cadenas de suministro. La digitalización y la innovación hacen más volátiles y móviles los centros productivos. La convergencia de gran parte de Asia hacia economías de mercado desvanece las ventajas de costes. El reshoring (se basa por lo tanto en el retorno al país de origen de los procesos productivos anteriormente deslocalizados) será más rápido, por la necesidad de acelerar los ciclos de innovación (cosa que se consigue cerca de los centros de I+D), y por el temor a nuevos acontecimientos inesperados (pandemias, cambio climático, crisis políticas…)
- La ciencia dispone hoy de instrumentos considerados imposibles hasta hace poco: supercomputadores e inteligencia artificial. Computadores como Summit, considerado el más rápido de la Tierra, se han puesto a trabajar, a la velocidad de la luz, para escanear miles de combinaciones moleculares que puedan generar una vacuna. La inteligencia artificial puede modelar y testear virtualmente millones de patrones de moléculas que inhiban el contagio, o que combatan directamente al virus. La lección que debemos recordar es que jamás, jamás, se deben escatimar recursos a la investigación en campos tan críticos como estos.
- Se han roto todas las alianzas geoestratégicas del viejo siglo XX. El modelo asiático, una vez más, ha sido el más eficiente ante una disrupción a gran escala. China, una dictadura, ha dado mejor respuesta a un gravísimo problema ciudadano que muchas de las democracias occidentales. Europa ha reaccionando de forma descoordinada. La UE ha desaparecido del mapa. Es China quien está enviando material de apoyo, y especialistas, a una Europa colapsada, asumiendo el rol que EEUU ha desempeñado durante un siglo.
- Corea del Sur ha sido el país que ha tratado mejor la crisis en el mundo. Dando un uso adecuado a la tecnología a través de una aplicación móvil (App) distribuida a toda la población permite controlar la temperatura corporal, de forma sistemática, identificando a los individuos con signos de fiebre. Una unidad móvil se desplaza para hacerles la prueba. Si es positiva, se confinan en cuarentena. Todos geolocalizados, para garantizar que no se muevan. Cuando aparece una concentración geográfica de positivos (un clúster), se aísla esa zona. Esto sí que es un gran ejemplo de transformación digital.
Finalmente…. Destaco de este artículo lo siguiente, y es que el coronavirus (COVID-19) nos hizo ver la fragilidad humana. Más vale que pongamos todos nuestros esfuerzos y recursos en lo que de verdad importa. El final de la crisis del coronavirus alumbrará un nuevo mundo de liderazgo asiático. La innovación y la transformación digital serán definitivamente los disparadores para hacer negocios en el mundo y las empresas deberán estar preparadas.
El mundo ha sido reseteado, el reloj de cuerda se ha detenido y el nuevo reloj digital ha iniciado su cronometro (00:00 horas). Vamos a escribir una historia diferente a partir de ahora. Los invito a compartir sus nuevas historias conmigo.
UNIDOS TODOS, VAMOS A LOGRARLO!
Excelente!!! Muy amplio el enfoque que nos das rodrigo.
Muchas gracias Armando, saludos a todos por Honduras. Espero que todo marche bien!
Excelente analisis, digno de compartir
Gracias Liliana, es un gusto tener lectores como usted.